1/26/2010







EL HOSTIARIO.


Hablar de un hostiario en una guerra da para mucho chiste. Si uno se suelta y le da a la húmeda es un no parar. Ya sé que es facilón y poco elaborado, pero si en algún sitio se reparten hostias es durante una guerra. A diestro y siniestro. Caen hostias de todos lados, hasta del cielo. Montañas de hostias. Hostias como panes y hasta el moderno hondonadas de hostias.

Pero al margen de las que matan, de las que en Brunete hubo para dar y tomar, las tradiciones y credos en España hicieron que también se repartiesen Hostias en los frentes.

En un paseo con un buen amigo por el sector de Cerro del Mosquito apareció un hostiario, pieza singular para estar en medio del monte. Objeto sagrado, algo que no se olvida sin querer. No hay clérigo que lo pierda sin ir a buscarlo. Su presencia allí no podía ser casual y el que lo perdió no lo hizo a voluntad.

Con ese run-run en la cabeza me quedé y cuando tuve oportunidad busqué en una lista detalla de heridos y muertos de la unidad nacional que allí estaba apostada.


“10 de julio de 1937. VIIIª Bandera. En el Mosquito cae herido el Capellán legionario Pedro María Ilundain”

Un objeto con nombres y apellidos.


Fotografías: El posible hostiario de Pedro María.