2/25/2006


Los restos del festín.

Hace bastante tiempo, pongamos veintitantos años, un tractor, mientras laboreaba la tierra de cultivo que rodea Los Barros, levantó una piedra plana de tamaño considerable. Aquello causó un buen revuelo. No porque en una tierra donde no hay piedras apareciese una losa de granito, si no porque lo que había debajo. Un hueco rodeado con piedras sólidamente colocadas sin argamasa y que contenía un esqueleto bien conservado. Eso era lo realmente conmocionante. Un cadaver en Los Barros.

Los Barros es un buen pedazo de tierra en una zona conocida como los Barros del Monje. Situado en el flanco Este de la Ofensiva de Brunete, por allí casi todo recibe el nombre de Barro o del Monje: Los Barros, La Casa del Monje, Tierra de Barros, Cerro del Monje... Luego está la Tierra de La Gregoria, frente al cerro del Mosquito o el campo conocido como el Pastel. Todos estos topónimos tienen nombres cuyo origen yo no conozco. Solo uno, los barros, parece tener sentido. Que es lo que tiene esa tierra para que en cuanto caen dos gotas se conviertan en un lodazal no lo sé. No absorbe el agua salvo en sus primeros centímetros de corteza. Y ahí, en esa pequeña capa, se mezcla agua y tierra generando una masa viscosa e imposible de despegar.


Durante la batalla de Brunete,en ese mes de julio, durante los veinte días que duro el disparate, no cayó ni una gota. Esa tierra no se tenía que hacer cargo del agua. Pero si se tuvo que aplicar en engullir otros líquidos. Miles de soldados luchaban por ahí. Y sudaban. Y meaban. (¿Cuántos cientos de litros de orín pueden producir cuatro divisiones militares - 20.000 personas- durante veinte días?).


Pero sobre todo tuvo, esa tierra, que tragar y hacer desaparecer muchísima sangre derramada por combatientes afortunados y combatientes desafortunados. Los afortunados: los heridos que salían de ahí y driblaban la muerte. Los desafortunados: los que no la driblaban. Si esa tierra es incapaz de dejar pasar al agua, no puedo imaginar que hace con la sangre, líquido mucho más denso.

¿Se puede evaporar la sangre?. ¿Vapor rojo?.

Pero en situaciones críticas la tierra, esa y todas, se lo fagocita absolutamente todo. Sangre, metal, balas, trincheras, armas, alambradas, enseres y hasta cuerpos humanos enteros acaban sido asimilados por la tierra en un tiempo prodigiosamente breve. Hace desaparecer el sinsentido y colabora activamente con el hombre en esa misión.



La autoridad competente decidió que aquel agujero se podía tapar y que eso no era motivo para inutilizar temporalmente una zona de cultivo. Total, era frecuente la aparición de cadáveres. ¿Qué se puede esperar de un antiguo campo de batalla?.

Otras opiniones, mucho más expertas, decían que se podía tratar de un enterramiento de la Edad de Bronce. Se manejaban argumentos para desacreditar la teoría de los Civiles, tales como que era de locos pensar que durante la guerra se construyese una tumba tan primorosa.

Con el tiempo, yo insistí en que lo ridículo era pensar en una tumba hecha en guerra, que había que contemplar la posibilidad de que se tratase de una trinchera más o menos fortificada y que pasado el tiempo de los combates se relleno con las sobras del festín. Esa imagen sólo se podía proponer fríamente. Era demasiado cruel. Cambiar la palabra "tumba" por la expresión "fosa anónima" era una cuestión muy seria.

Estar cerca del un río, el Guadarrama, hace que también sea perfectamente lógico que en realidad se tratase de un antiguo enterramiento.

Estar cerca del río, y al borde mismo de la carretera que hacía de arteria principal en el combate, hace que también sea perfectamente lógico que en realidad se tratase de una posición fortificada.

Finalmente, la familia consensuó sin palabras que se trataba de un hallazgo del Bronce. Creo que la posibilidad de convivir, tan cerca de la Casa del Campo, con una clara muestra de la realidad reciente no era plato del agrado de ninguno.

En el fondo, lo importante, es que ese campo de cereales, repleto de vida, contenía la osamenta de una persona.

(Fotografía: el poste de telégrafo sitúa la posición de la osamenta. Febrero 2006)

1 Comments:

Blogger xnem said...

Gracias Oliver por el apunte sobre Lorca-Buñuel hay nuevo post ya.
Como está el tema? Esperamos con interés la siguiente entrega. Gracias.

2:10 p. m.  

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